Ahora que volteo al pasado y me autoanalizo me doy cuenta que ese evento fue el desencadenante de una serie de situaciones, de pronto inexplicables, de pronto muy duras pero hoy todo eso se ha vuelto muy bueno, ha sido determinante en mi personalidad, se ha moldeado mi pensamiento y hoy simplemente siento que puedo con todo.
Hoy soy una mujer totalmente diferente a esa Candy del pasado. El cambio que pedí, Dios me lo dio en su momento, aveces esperamos que Dios nos haga los milagros pero sin "incomodidad", aveces necesitamos pasar por el fuego, para aprender a valorar y amar lo que Dios nos tiene más adelante. Cuidado con lo que pides, porque Dios siempre cumple pero no todos están dispuestos a pagar el precio.
Sea lo que sea, que estés pasando, recuerda que todo lo que pasa debajo del cielo, se mueve con un propósito. Todos tenemos la obligación de soñar y de ir armando nuestro propio rompecabezas. Rodeate de gente positiva, gente con sueños, gente que te guíe, gente que te corrija y sea sincera, gente que ame con locura, gente que te haga crecer, gente que te inspire. El resto, que pase de lejos.